viernes, 31 de agosto de 2007

Caleides


3

El hospital era un lugar que Maria Inés trataba de evitar, por la relación que hacía en su mente con el virus Koberti, solo iba cuando debía hacerse los exámenes anuales, como todo miembro de Caleides, que tenía por objetivo ver la evolución del agente infeccioso, y proporcionar los datos necesarios para la estadística de su grupo.

Al entrar, se encontró con la fila típica de pacientes, que estaban esperando sus medicamentos en una ventanilla, y que en su mayoría manifestaban en sus rostros envejecidos, que habían entrado en la etapa critica del virus, en que los dolores eran evidentes. Más allá, permanecían varios individuos, esperando inquietos, ser atendidos por especialistas de otros males, que se aliaban con el virus para torturar sus cuerpos.

También se cruzo frente al cortejo, que llevaba en una caja de metal, las cenizas de un difunto, ( por ley, todos los que fallecían eran incinerados en este lugar ) , que eran tiradas al aire, por los amigos o conocidos del muerto, en los alrededores de la zona controlada por la comunidad.

No tuvo que esperar ella mucho tiempo, para ser atendida por su doctor Ernesto Lo Espejo. Le tenia gran afecto a este anciano, ya que desde que fue creada él la atendía. El examen que la sometió, consistía en dos partes; la extracción de una muestra de sangre y la revisión completa de su cuerpo, esto era hecho con tecnología de punta, que en segundos obtenía los resultados de estos análisis.

-Maria-le dijo el doctor que ya había interpretado los exámenes-estas bien, el virus no a presentado ningún avance de importancia, por eso no tienes por que preocuparte, sigue el tratamiento habitual y no habrá ningún problema.

-Don Ernesto no se preocupe, las pastillas siempre las tomo, pero es gracioso que algo tan insignificante nos produzca tanto daño.

-Tienes razón Maria. Es insignificante, no mide más que cero, seis micrómetros y sin embargo es tan complejo que cuando creemos, los que investigamos el virus, descubrir algo, nos damos cuenta, que no sabemos nada.

-Doctor-pregunto Maria Inés-no se ha podido determinar como el virus se desarrolla tan rápidamente en unos y en otros demora tanto.

-Nadie lo sabe. Yo no se por que estoy vivo y niños mueren a causa del ataque de este mal.

-Es despiadado con nosotros el virus doctor-le comento ella.

-No –le replico Ernesto-el quiere vivir. Las definiciones valoricas son de nosotros los seres humanos.

Después de despedirse del doctor, Maria Inés camino hacia afuera del hospital, pensando aún en sus palabras, y en especial en su futuro incierto con el virus dentro de su cuerpo.

jueves, 12 de julio de 2007

Caleides



2


A la mañana siguiente, Maria Ines llego a tomar algunas fotografías de la reunión habitual de la asamblea de Caleides, para el diario electrónico donde trabaja.

En la “casa de la comunidad”, como se denominaba este sitio, estaban los cinco lideres que eran elegidos democráticamente por la asamblea de la que se encontraban sometidos, durando en su cargo un año, y cumplían una función de administradores de Caleides, además de llevar las negociaciones con los grupos externos, quedando toda decisión sujeta a la aprobación de la asamblea. En la reunión exponían los líderes un informe sobre su gestión diaria para después iniciar el debate de los temas con los miembros de la comunidad.

Mientras ella seleccionaba las mejores imágenes, que interpretara lo que pasaba en aquel lugar, escuchaba las desalentadoras noticias que daban los líderes. Sobre el virus, dijeron que se había vuelto más mortal en Asia, y que destruía cualquier posibilidad de encontrar una cura en breve al mal. Para peor, entregaron información de algunos casos de nacidos con malformaciones y daños cerebrales, en el centro reproductor. Esto se sumaba a la lucha armada entre diversos sectores de la burguesía, que estaban terminando de destruir el estado de Chile, y que amenazaban sus enfrentamientos las proximidades del territorio de Caleides, que se encontraba al noroeste de las ruinas de la ciudad de Puerto Montt, junto con este peligro, había que considerar el avance en la parte occidental de la secta Redentorista, que quería establecer un estado religioso, y también a los cientos de pandillas, surgidas de la desintegración de sus comunidades, que se dedicaban únicamente al saqueo, y que según los lideres ya estaban siendo controlado por los sistemas de seguridad.

Después de quedarse a la discusión, que giro en el aumento de la conscripción a la fuerzas armadas de Caleides, salió hacía al diario, para estar en la reunión donde se definirían las características principales de las ediciones electrónicas, que saldrían en la red ese día.

La noche fue el instante que dejo Maria Inés para escuchar sus voces internas, y partió a una discoteca, a bailar como todos sola. Delimito con sus violentos movimientos, un espacio simbólico, para expulsar los pensamientos autodestructivos, al ritmo de la música, con la esperanza secreta de tiempos mejores.

Continuara...

domingo, 17 de junio de 2007

Caleides


1

El virus koberti , llamado así por el pueblo en Canadá, donde se conoció el primer caso de un portador con este mal a comienzos del 2025 , había infectado a todos los habitantes del planeta, generando en pocos años una verdadera revolución en la sociedad. Puerto Montt no era la excepción a este suceso, por ser una ciudad de la república de Chile, se sometió a las decisiones del poder central, que desde el año 2061 aceptó las recomendaciones de la Organización Universal de la Salud, en lo que respecta a la prohibición de cualquier tipo de relaciones sexuales que implique un contacto físico con penetración, ya que diversos equipo multiciplinarios de científicos del mundo, habían comprobado que esta clase de unión entre portadores del virus , llevaba a que encontrara las condiciones adecuadas para mutar, destruyendo rápidamente el sistema defensivo de sus órganos, y matando en minutos a los que tenían estos encuentros.

Maria Inés, pertenecía aquellas generaciones creadas por las empresas biotecnológicas, que suplieron la reproducción natural, que desapareció, como consecuencia de la aparición del virus. Sin embargo, ellos seguirían portando el mal, debido a que el virus penetraba a otras formas de vida, esperando el momento preciso, para introducirse en el ser humano y mostrar signos de su invasión, meses después.

Ella vivía dentro de los límites de su comunidad denominada Caleides, en homenaje a la ciudad ideal del filósofo francés Pierre Dullin; como el resto de comunidades, había nacido para ser un órgano independiente de apoyo del estado, en la crianza y formación de los nuevos ciudadanos, producidos por las empresas biotecnológicas. En su génesis, estaban constituido por grupos de ciudadanos, que vinculados por determinadas relaciones sociales, establecieron las ideologías institucionales propias. Es así que con el debilitamiento del poder del estado, por la crisis generalizada por la infección, esta organización social, cobró mayor independencia, radicalizando sus posturas y controlaron la técnica de creación de seres humanos.

En aquel verano del 2327 caminaba esta mujer junto a Margarita. Se conocían estas jóvenes desde niñas, y por eso creía Maria Inés, que no le podía ocultar esa sensación de vació, que sentía, y ese creciente deseo reflejado en ese sueño extraño, donde sonreía recostada en la tierra, mientras una sombra la besaba.

Su amiga conmovida, la abrazo, y tocó su cabeza, para tratar de calmar su pena, diciéndole con un tono de cierta timidez:

-Se fuerte. Se que es difícil sacar de la cabeza esas ideas. Yo cuando veía las películas de la antigua época, me imaginaba tantas cosas. Mis labios lo sentían tan húmedos, que pedía en la noche, el acto suicida de un cuerpo para amar.

-Pero como superaste esto- le pregunto Maria Inés, con un rostro que demostraba toda su desesperación.

-Gracias a la ayuda de una persona que considero como un amigo- le respondió-se llama Juvencio Díaz y pienso que te puede ayudar como lo hizo conmigo.

Maria Inés, siguiendo el consejo de su amiga, llegó al otro día, a la consulta de este psicólogo. Después de los saludos formales, comenzó a explicarle lo que sucedía. Entonces Juvencio, determino rápidamente, que tenía el mismo mal de la gran mayoría de sus pacientes, que era la no renuncia al deseo sexual. También él lo padeció hace algunos años, al sentirse fuertemente atraído por sus primeras pacientes más atractivas, que lo llevó a estar alejado de su profesión por un tiempo, educando su mente, para dominar sus fantasías, y renunciar definitivamente a sus deseos.

Con detalle, anotaba en un cuaderno electrónico, ciertos rasgos particulares, que veía en ella; su brillo en sus ojos, su voz erotizada, el exagerado sensualismo en las posturas de su cuerpo y el movimiento de sus manos que parecían quieren agarrar algo.

Le consulto si había sentido alguna atracción por algún miembro de Caleides. Entonces Maria Inés después de superar su temor le dijo:

-Si, señor. No se que me pasa cuando me acerco hacia algunos de ellos. Me encantaría que me toquen, y hay momentos que sentido deseos de ser besada, sabiendo el riesgo que tiene.

-Pero por suerte controlas tus impulsos.

-Ciertamente, sin embargo mi imaginación no lo puedo controlar- le replico, saliendo unas leves lagrimas en sus ojos.

Juvencio sabía que ese impulso instintivo se había agudizado con la aparición del virus, trasformándose en otra enfermedad con que debía luchar. Por eso para precisar un tratamiento le pregunto a Maria Inés, si tomaba alguna droga para calmar sus impulsos:

-Señor, solamente tomo las drogas que dan los lideres y no me producen nada-le replico ella molesta por la pregunta.

El psicólogo sabía que esa y otras drogas, no servían en lo absoluto, y que los líderes de la comunidad, lo daban para que por medio del efecto placebo, alguno de los afectados se sanará.

Después la interrogo sobre si usaba sexo virtual.

-Lo uso, pero me hace sentir con más deseo, y me llena de frustración-le contesto con dolor.

Juvencio entendía que este cuadro clínico agudo solo se podía acabar con drogas duras, que mataran todas sus facultades emocionales o practicar esas técnicas de autocontrol, como las que había hecho. Al decidir tomar este último camino citó a Maria Inés para que viniera a partir de la otra semana y así comenzar su terapia, entregándole antes que partiera, unos tranquilizantes suaves, que podría utilizar, en caso de sufrir alguna crisis provocada por su mal.

La joven salió de la consulta, enojada con el especialista, que parecía para ella, más interesado en extirpar esas sensaciones, sin considerar, el placer que le producía, y que ya no volvería a sentir si seguía ese tratamiento.

Cruzo las calles, viendo el monumento a los primeros lideres de Caleides, con sus caras que proyectaban una paz inhumana, paso por los edificios destruidos en los enfrentamientos con las fuerzas enemigas , y llegó a su departamento, para tirarse en su cama, con el fin de descansar, y no pensar en absolutamente nada.

Continuara...

lunes, 7 de mayo de 2007

Laberinto


Perdidos
están estos pasos
que no dejan huella
y se hunden
en el ambiguo segundo
retenido en el tiempo.
Siento
pánico.
Esta envoltura
asfixia.
se reduce.
No hay un norte.
No hay un nombre.
En este laberinto
no esta el minotauro
solo hay un sentimiento
que aflora
duele
y mata.

lunes, 16 de abril de 2007

Visión


¿ Oh, qué sucede?
¡ me asfixio!
ojo
boca
iglesia y esquina.
Rojo
aparece este color excitante
que llena
todo mi campo visual.
Ahora veo la acera
sin materia orgánica.
Respiro
no percibo ni un alma.
Rió
ya que aún no comprendo
lo que pasa.
Calles
las abro
para seguir haciendo camino
en las tinieblas terráqueas.

martes, 10 de abril de 2007

Submundo


Parpadeo
cortando con mis pestañas
la roca
que cubre la entrada
al túnel
del submundo de las desviaciones.
Y ahí desciendo
los peldaños
viendo incompresibles símbolos
que perturban.
Así el alba
hace su entrada
vuelve el sentido
y en mí agitado corazón
permanece el misterio
de este viaje,
que la neblina del tiempo
se encargará de hacerme olvidar.

sábado, 10 de marzo de 2007

Arte poética


Flotando en el aire
como pequeñas burbujas
van estas palabras
que reventaran
en la zona de tus tormentos.
Te estremecerás
interpretarás
y reinterpretarás
a tu entero gusto
lo oído.
Así cientos de versiones
habrá
de lo dicho
por uno más
que trato de repensar
el ocaso
y disimular la desesperación
del último impulso.

lunes, 26 de febrero de 2007

ACTO DE CREACION



El aroma de las flores
impregnó
la bóveda.
Naciendo el estímulo
que te movió
a manipular los elementos.
La tela
era invadida con líneas.
Reflejo
de una poderosa idea
que se iba configurando
en la silueta
de ese presentimiento
que plasmaste
con los colores
de la tradición.
Cantando
las oraciones
de los innumerables maestros
hiciste la abertura
en el cuadro.
Y así cumpliste
con el espíritu atormentado
que sentía
deslizarse en un cosmos
guiado por el primer soñador
de tu rama.
Duermes
satisfecho
saludas al naciente sol
que te traga
junto con tu creación.
Donde un gran hombre
de la mano
conduce a un pequeño
a un punto vacío.
( Del libro Hasta que nos hagamos pedazos)

domingo, 11 de febrero de 2007

PORTADA DE LIBROS

Esta son las portadas de mi obra literaria. En los días que vienen los invitare a un viaje por mi universo creativo que es solo la continuación de un aliento que se pierde entre la ciudad y la bestialidad de esa naturaleza que sigue sus propias reglas.

El OTRO LADO DEL MURO


Esta obra poetica es una descrición de los cambios culturales de la generación desde 1990 en adelante.

Los circulos en el agua ( 2003 )


Esta obra que a tenido dos ediciones, es una novela de ciencia ficción de Puerto Montt.

Hasta que nos hagamos Pedazos (1999)


Esta obra poetica aparecio en una pequeña edición en 1999.

Wladimir Soto Cárcamo: en pocas palabras


El creador de esta pagina cultural, Wladimir Soto Cárcamo nació en Puerto Montt el 18 de enero de 1974. Es antropólogo, titulado en la Universidad Austral de Chile y Magíster en Ciencias Sociales de la Universidad Arcis. Ha publicado artículos especializados y trabajos literarios en la revista “ Palabras de mujer ” de Valdivia, diario “El Llanquihue” y “ El Gong” de Puerto Montt y “ Araña gris ” de Calbuco. Igualmente a conducido el programa de radio “Antropós” de radio nuevo mundo ( 2004-2005) y un programa de comentarios culturales en el canal 57 de metrópolis ( 2003), ambos realizados en su ciudad natal.El 2003 salió a la luz su investigación titulada “ fuentes para el estudio de las culturas indígenas entre el Río Bueno y el Canal de Chacao ( 1544-1767 ) ” en el libro del primer congreso de historia de Puerto Montt editado por la Universidad de Los lagos. De su autoría son los libro de poemas “ Hasta que nos hagamos pedazos ” y “ El otro lado del muro ”, además de una novela de ciencia ficción llamada “ Los círculos en el agua ” del 2001. Actualmente es parte del Centro de Estudios del Patrimonio Histórico de la Provincia de Llanquihue ( CEPCH), de la que fue parte fundadora en el año 2005.